The Master. Paul Thomas Anderson

The Master se incluyó a última hora en la sección oficial de Venecia tras haberse anunciado días antes el resto de las películas y un desmentido por parte del director de la Mostra de que no sería esta la película que faltaba por anunciar. Todos esto ha provacado que la expectación sobre la nueva película de Paul Thomas Anderson fuera enorme y buena parte de la prensa ya la tiene como ganadora del León de oro desde el inicio del festival.
Pero nada de eso importa tras verla en el cine. Y lo que se ve es una obra compleja, turbadora y fascinante que aletea sobre muchos elementos, escenas y situaciones que dejan una interpretación abierta y nada explicita sobre sí lo que cuenta es la vida del fundador de la Iglesia de la Cienciología. The Master no tiene la épica conscientemente buscada de “Pozos de Ambición” sino que trabaja con materiales más turbios, oscuros, difíciles y sensibles de la psique humana y, sobre todo, cimienta su enorme calidad en el trabajo descomunal de Joaquin Phoenix y de Philip Seymour Hoffman, tan diferentes en su forma de actuar y tan complementarios en la película.
Mencionar el trabajo de John Greenwood, autor de arriesgadas y fascinantes bandas sonoras, y también aquí, un elemento determinante en la configuración formal de la película. Nadie usa la música con P. T. Anderson en el cine comercial actual.
Paradise: Faith. Ulrich Seidl
Segunda parte de su trilogía “Paradiso”, Ulrich Seidl centra su cámara en Anna Maria, una mujer de media edad que se dedica a visitar domicilios con una imagen de la virgen Maria para conseguir que Austria vuelva a ser católica. Separada de su marido egipcio y musulman la vuelta a casa de este evoluciona a una confrontación entre creencias, aptitudes y roles. Seidl deja muy claro y sin demagogias, a pesar de que para algunos contenta imágenes durísimas y escandalosas, las consecuencias de la fe llevada a los extremos: el fanatismo.
Lullaby to my Father. Amos Gitai
Fiel a su estilo narravito y visual, Amos Gitai rinde tributo a la figura de su padre, Munio Weinraub, alumno de arquitectura de la Bauhaus represaliado por los nazis, con un documental que habla también de las conexiones entre las diferentes artes, de la relación entre sus peculiares padres y de los condicionamientos de la historia.
El sheita elli fat (Winter of Discontent). Ibrahim el Batout
Relato de la represión que los servicios secretos de Mubarak sometieron a la población egipcia en los días que precedieron a la caída del régimen durante la revolución de la plaza Tharir. Parte de un planteamiento formal muy forzado y exagerado que elude mostrar las verdaderas imágenes que se produjeron en las calles cuyo resultado es artificioso y esteticista en exceso. Tampoco cuenta nada que sepamos aunque sirve como denuncia de la represión que elementos de los servicios secretos siguen practicando entre la población civil.
At Any Price. Ramin Bahrani
Lo que un principio aparenta ser una anodina película para el lucimiento de Zac Efron acorde a los tópicos de la America rural y profunda, evoluciona hacia un retrato sobre el cinismo y la hipocresia que anida dentro de esa misma sociedad que canta el himno nacional, estafa con semillas transgénicas y esconde los secretos más inconfesables entre los inmensos campos de cereal de Iowa sin abandonar nunca el tono amable y simpático. Lo que cuenta es terrible pero a veces uno no se da ni cuenta.
Bad 25. Spike Lee
“Los freaks son llamados freaks y son tratados como son tratados, en su mayor parte abominablemente, porque son seres humanos que provocan un eco muy profundamente de nuestros terrores y deseos más profundos.”
Bajo el eco de esta profética cita que el gran escritor afroamericano James Baldwin dedicara a Michael Jackson, Spike Lee elabor un documental que vas más allá de la mera conmemoración de “BAD”, un disco capital en la carrera del cantante para dirigir una reivindicación de su transcendencia musical y talento artístico. Es admirable como la industria cultural estadounidense es capaz de acoger en su imponente maquinaria publicitaria a sus miembros más, en su momento, rebeldes e integrarlos a través de cualquier producto cultural para que el negocio siga funcionando. Algo que se echa en falta en latitudes más próximas. Pero en este caso, y siendo Spike Lee quien dirige, uno espera algo más que respeto al mito y amigo y menos corrección formal. Gustó mucho.
Superstar. Xavier Giannoli
Habitual de los grandes festivales, el francés Xavier Giannoli, aborda en “Superstar” los mecanismos de una sociedad que pasa con la misma y desconocida facilidad de la admiración total al odio a través de la historia de un hombre corriente que se convierte una persona ultra famosa sin motivo aparente. No es una película sobre la “celebridad” ni sobre la fama sino que aborda la falta de control que tenemos sobre nuestra propia vida en una sociedad donde la intimidad está a punto de desaparecer gracias a la tecnololgía, las redes sociales y la manipulación de los grandes medios de comunicación.
The Iceman. Ariel Vromen
Lástima que Michael Shannon no haya encontrado un director a la altura de su interpretación en “The Iceman”, donde un tono tan enfático y solemne terminan por lastrar lo que podría haber sido una gran película. Basada en un caso real de un asesino a sueldo que mató a más de 100 personas mientras mantenía una modélica vida familiar, no indaga en la brutal psicología de este personaje para repetirse en una historia contada sin originalidad. Como gancho comercial desfilan por la pantalla nombres ilustres como Wynona Ryder, James Franco o Stephen Dorff en papeles secundarios.